Una historia cualquiera de una niña cualquiera

Era pequeña entonces, de unos 5 años, tímida y callada, amorosa en su mirada.
No se hacía notar en los juegos y se adaptaba a los demás, sin rechistar.
Le habían enseñado que el mundo era peligroso y debía tener cuidado, y que debía ser una señorita y hacer lo esperado.
Y así aprendió a vivir.
Buscando la seguridad, evitando riesgos, pensando si hacía lo correcto. Y claro que lo hacía, la mayor parte del tiempo. 
Bien es verdad que cuando algo tocaba en su interior ahí volcaba su atención, y si era lo suficientemente fuerte su vibración iba a por ello discretamente. Nadie se percataba pero ella seguía su llamada.
Como no estaba acostumbrada a arriesgarse si las cosas no salían como ella esperaba sufría y se encerraba.
Por suerte la vida la cuidaba y nunca llegó a apagarse del todo, una pequeña llama resplandecía en su interior esperando a ser avivada.

Conoció a otra pequeña, más bien la descubrió jugando entre otros niños.
Le llamó la atención su vitalidad, su alegría, lo llena que estaba de vida y la luz que desprendía.
La observaba.
A veces no le gustaba como se comportaba con los demás o lo que decía, pero había algo en ella que le enganchaba. Y observando, observando se dio cuenta de lo que pasaba....aquella niña le recordaba todo lo que ella anhelaba.
Quiso quitarse capas de buen estar, capas de miedo, capas de seguridad y pasó lo que tenía que pasar....su llama interna se empezó a avivar.
No quiso ser como ella, no, no iba a renunciar a su esencia, pero le sirvió para darse cuenta de todo lo que deseaba y la impulsó en la persecución de su vida soñada.


Has escuchado últimamente a tu niñ@ interior?
Tiene mucho que decirte. Tu niñ@ interior habita en ti, esa personita que fuiste y que fue absorviendo todo lo que le rodeaba, lo bueno y lo no tan bueno. Y conforme fuiste creciendo fue quedándose muy dentro de ti, pero sigue ahí. Ella sabe que es lo que te falta para ser feliz y volver a ti.
Busca un sitio tranquilo, a una hora tranquila, quédate contigo mism@ y conecta con quien fuiste...relájate, respira, respira, respira...deja que tu imaginación trabaje, visualízate a ti ahora mismo hablando con tu niñ@, sí, es@ que fuiste. Y háblale, dile "hola"...¿qué te contesta? ¿ o sólo te mira? ¿está jugando? ¿feliz?....una historia empezará a crearse en tu mente no la bloquees, saboreala, disfrútala, como si estuvieras viendo una película o leyendo un libro...cuando termines la visualización, viene tu trabajo... gestiona recuerdos que han vuelto a ti, sensaciones, pensamientos que has tenido y descifra su mensaje. Y lo que es más importante toma acción.

Escucha tu voz interior, y deja que sea tu niñ@ quien te guíe en tu vida.

Mi niñ@ interior te agradece tu presencia y desea conectar con tu esencia...


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