Sumergirte en tu pozo interior cuando está oscuro también es necesario.

Lo creas o no, te guste o no, así es.

Es un pozo interior cargado de ira, miedo, fustración, dudas, rarezas, incógnitas...pero también eres tú.

Solemos disfrazar ese estado emocional, solemos mirar hacia otro lado, porque nos es incómodo, y además creemos que "es malo sentirse así".

Es muy incómodo, a la par que doloroso.

Si le diera un color sería gris oscuro, si le diera una forma sería un ovillo de lana enrededado, si le diera un sonido sería llanto.

Y ahí está.

Para recordarte que tienes que seguir evolucionando.
Para obligarte a mirar adentro.
Para forzar el aprendizaje.
Para que lo utilices como herramienta.

 Y yo te animo a mirarlo de frente, descubrir qué está intentando decirte. Te enimo a llorar, a patalear, y a salir fortalecida. Esa es la finalidad. Pero tienes que ser valiente, salir de tu zona de confort y saber que siempre estarás a salvo, porque detrás de la oscuridad verás la luz.

A momentos me cuesta, estoy aprendiendo, pero quiero y debo agradecer a aquellas personas que han puesto "baches" en mi camino,  a esas circunstancias "en contra", que forman parte de mi aprendizaje.

Desea vivir entre colores alegres el mayor tiempo posible, pero reconoce la gama de grises como parte del camino.

Gracias, gracias, gracias.

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